Concepto

Síndrome de estrés crónico que aparece en profesionales cuya actividad se basa en la atención aguda y prolongada a personas en un contexto de dependencia y necesidad

Maslach y Jackson (1981)
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Desarrollo histórico y conceptual

  • Burnout procede del inglés y se traduce en castellano por “estar quemado”.
  • El primer autor en usar el término “burnout” fue Graham Green en 1961, a través de una publicación en la que relata la historia de un arquitecto angustiado que decide retirarse a la selva tras abandonar su trabajo.
  • El concepto de burnout aparece por primera vez en 1974, de la mano del psiquiatra estadounidense Herbert Freudemberg, en el contexto de la clínica para el tratamiento de la toxicomanía donde trabajaba en Estados Unidos. Freudenberger observó cómo la mayoría de los voluntarios de la clínica iban perdiendo vitalidad de forma progresiva, hasta llegar al agotamiento.
  • Es en 1976 cuando este término se da a conocer por parte de Cristina Maslach en la convención de la Asociación Americana de Psicólogos. Maslach era una psicóloga social que quería conocer las estrategias cognitivas de “preocupación desapegada” y “deshumanización en defensa propia”. En este momento, Maslach denomina al síndrome como “la erosión del alma”, y utilizaría burnout para referirse a la situación de “quemarse” en el trabajo, en profesionales de servicios humanos tras meses o años de dedicación.

¿Qué es el burnout?

  • Es un síndrome psicológico que se presenta como respuesta ante la presencia de estresores crónicos presentes en el trabajo.
  • Para Maslach y Jackson (1981) es un síndrome de agotamiento emocional y cinismo que aparece a menudo en sujetos que trabajan en contacto con otras personas, y que desarrollan una actitud negativa, cínica y deshumanizada con sus clientes.
  • Egg (1997) definió el síndrome de burnout como el desgaste emocional que presentan aquellos trabajadores que realizan servicios sociales.
  • Burke (1987), define el burnout como un proceso de adaptación ante el estrés laboral, caracterizado por desgaste y desorientación profesional, sentimientos de culpa ante la falta de éxito y distanciamiento emocional con el puesto de trabajo
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El síndrome de burnout afecta a diversos grupos de profesionales, cuya labor se enmarca dentro del contacto con otras personas en el sector terciario y que aparece fruto de una trayectoria en la que el individuo se enfrenta a una situación de estrés crónico en el ámbito laboral, y donde las estrategias de afrontamiento que utiliza no resultan eficaces.


El burnout supone una construcción multidimensional que refleja la reacción ante el estrés (mediante el agotamiento emocional), la respuesta al desapego mental (despersonalización) y una percepción negativa de su labor (falta de realización personal) (Schaufeli y Salanova, 2014).

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Factores predictores del burnout

  • Factores endógenos (intrapersonales)

    Se corresponden con variables propias del sujeto, haciendo referencia a sus sentimientos, pensamientos, actitudes, emociones, etc. Entre las diferentes variables predictoras intrapersonales de la aparición de burnout se encuentran: indefensión aprendida; interés social; personalidad resistente; sexo; demandas emocionales; estrategias de afrontamiento inadecuadas; expectativas personales; autoeficacia; inteligencia emocional; patrón de personalidad tipo A; autoconcepto; habilidades comunicas, resiliencia y autoestima.

  • Factores exógenos (familiares)

    Se refieren a variables en relación a la familia que pueden generar situaciones adversas, como serían: negativa dinámica del “trabajo”; ubicación profesional e inadecuada; existencias de la situación; interacción cuidador-enfermo; participación en la toma de decisiones; recompensas; apoyo familiar; relaciones familiares; rigidez familiar; estresores económicos; satisfacción familiar; y, adicción al trabajo.

  • Factores exógenos (interpersonales o ambientales)

    Se relacionan con variables que se corresponden con los amigos, hábitos de ocio, estilos de vida, etc., y que pueden generar fricciones importantes. Dichas variables son: apoyo social; relaciones interpersonales; comunicación; actitudes de otros familiares y amigos; satisfacción vital; exigencias vitales; problemas familiares; y, recursos de afrontamiento familiares.

El burnout aparece en trabajadores que mantienen una relación directa y constante con otros individuos, primordialmente cuando esta relación es de ayuda, como es el caso de docentes, terapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, estudiantes, amas de casa, médicos y enfermeros… (De la Fuente y Sánchez-Moreno, 2012; Gómez y Estrella, 2015; Tárraga y Serrano, 2016)


Quien lo presenta manifiesta sentimientos negativos y actitudes inadecuadas hacia los profesionales con los que trabaja y hacia el propio rol profesional, así como la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado (Martínez, 2012).

El síndrome de burnout genera consecuencias negativas …

  • A nivel individual:
    • Trastornos psicosomáticos (como cefaleas, alteraciones de la piel y la mucosa, cardiorrespiratorias, alteraciones en la glucosa, fatiga crónica, enfermedades cardiovasculares y colesterol, disfunciones sexuales, jaquecas, trastornos del sueño, perturbaciones en las defensas, alteraciones gastrointestinales y del apetito...).
    • Trastornos psicopatológicos (como ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, depresión, adicciones…).
  • A nivel organizacional:
    • Reducción del rendimiento laboral
    • Aparición de conflictos entre compañeros
    • Desvalorización y auto-sabotaje
    • Merma la calidad del servicio prestado
    • Absentismo
    • Abandono del puesto
  • Las consecuencias más graves en el trabajador se encuentran a nivel psicológico:
    • Padecer síndrome de burnout es una variable predictora de la depresión
    • Hipersensibilidad e hiperactividad emocional
    • Una de las quejas más frecuentes asociadas a la presencia de este síndrome, es del malestar psíquico
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