Recursos de evaluación

Instrumentos de evaluación

  • Staff Burnout Scale for Health Professionals (SBS-HP; Jones, 1980).
  • Cuestionario de Desgaste Profesional de Enfermería (CDPE; Moreno-Jiménez, Garrosa, y González, 2000).
  • Inventario de Burnout de Psicólogos (Benavides, Moreno-Jiménez, Garrosa, y González, 2002)
  • Maslach Burnout Inventory (MBI) (Maslach y Jackson, 1986). instrumento destinado a la evaluación de los profesionales que ejercen su labor en interacción con los usuarios de su servicio, como en enfermería.
  • Gil-Monte y Zúñiga-Caballero (2010), crean el Inventario de Burnout en Español, basados en el modelo de Gil-Monte (2008). Este instrumento está formado por cuatro subescalas que se evalúan a través de 20 ítems.
  • Cuestionario específico para profesionales de medicina denominado Cuestionario de Desgaste Profesional Médico (CDPM). Este instrumento, al igual que el MBI, está formado por tres dimensiones: agotamiento, distanciamiento y pérdida de expectativas, que permiten la evaluación de este síndrome entre los médicos de manera más específica.
  • Cuestionario Breve de Burnout (CBB; Moreno, Bustos, Matallana, y Miralles, 1997) El CBB es un cuestionario compuesto por 21 ítems, que evalúa no solo el propio síndrome, sino también sus antecedentes y consecuencias. Es decir, entiende el burnout como un proceso (Mingote, Moreno-Jiménez, y Gálvez, 2004). Así, este instrumento que fue validado en profesionales de la enseñanza mostró una validez convergente adecuada en relación al MBI en la escala de burnout global (no siendo así en la totalidad de factores del síndrome), por lo que los autores recomiendan su uso para la evaluación de algunos elementos presentes en el proceso de burnout (en concreto, antecedentes, burnout y consecuencias)
  • Brief Burnout Questionnaire Revised (CBB-M; Pérez-Fuentes, Molero, Martos, y Gázquez, 2018)

Cuestionario Breve de Burnout Multifactorial (CBB-M)

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Programas de evaluación

  • Estévez-Mujica y Quintana (2018) proponen una evaluación innovadora del riesgo de sufrir burnout entre los trabajadores, a través de la comunicación por email de estos. Esta metodología, basada en el modelo de demandas y recursos laborales (JD-R), según señalan las autoras, presenta una alta eficacia y eficiencia, en la medida en la que ahora tiempo, dinero y esfuerzos a las empresas.
  • Programa para el entrenamiento de estrategias de afrontamiento y comunicación interpersonal en médicos titulados, pero que aún no ejercían su labor de forma profesional. Dicho programa, denominado “Habilidades eficaces de entrenamiento y comunicación para médicos”, consiguió mejoras en autocontrol, autoconciencia e inteligencia emocional, en definitiva, una mejora en la conciencia emocional que permitió a los participantes confrontar su comportamiento, eliminando las percepciones rígidas y reformular cognitivamente las situaciones para controlar las reacciones emocionales (Penberthy et al., 2018).
  • Perspectiva de Ocio Serio (SLP) como medida eficaz en la lucha contra el burnout en los profesionales sanitarios. La SLP hace referencia a una perspectiva propuesta por los doctores Mayo y Mayo, quienes en la clínica fundada con su mismo apellido en Estados Unidos, valoraron el ocio como factor fundamental en la calidad de vida y la felicidad del individuo. De esta gorma, aunque las actividades de ocio presentes en su clínica tenían como primer foco el lograr una vida placentera entre sus pacientes, lo cierto es que, tal y como refleja un estudio reciente, los médicos que trabajan en dicha clínica, presentan la prevalencia de burnout más baja del país. Así, dicho estudio propone que las actividades cotidianas de los profesionales, construidas a través de los entornos físicos presentes en la clínica y preparados para las actividades de ocio (galerías, jardines, parques, atrios, zonas musicales, grandes ventanales por donde entra el sol…), influirían en el disfrute y el agotamiento de estos (Dieser, Edginton, y Ziemer, 2017).
  • The Mindfulness and Self-Compassion training program. Este programa, que utilizó un grupo experimental de trabajadores y otro control, pretendía facilitar el afrontamiento ante los estresores laborales y aliviar los sentimientos negativos y de culpa, a través de la práctica y el entrenamiento de mindfulness. De esta forma, la intervención mostró una reducción en los niveles de fatiga emocional y estrés percibido en el grupo que recibió el programa (Aranda et al., 2018). Este tipo de estrategias, basadas en el desarrollo y el entrenamiento de estrategias de afrontamiento adaptativas frente al estrés laboral, son las más documentadas y las que han demostrado una mayor eficacia en el ámbito profesional sanitario (Arrogante, 2017).